viernes, 25 de junio de 2010

Dylan en Amados Monstruos

"Bob Dylan conoce el valor espiritual de los trenes. Nacido en 1941 en Duluth, Minnesota, soportó la soledad del Medio Oeste gracias a los rieles que indicaban que se podía huir de ahí. Su infancia fue el ensayo general de un escape que lograría en la adolescencia. Los trenes tranquilizaron una vida de aislamiento. Los trenes iban al futuro. Los trenes eran la esperanza de los vagabundos del sueño americano, la constatación del anhelo y la nostalgia: “se necesita mucho para reír, se necesita un tren para llorar".

Link a la nota completa de Juan Villoro.

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