jueves, 28 de febrero de 2008

La carretera de Cormac

Como casi todos sabemos, el thriller "Sin lugar para los débiles", obra de los hermanos Joel y Ethan Coen, ganó los Oscar a Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor de Reparto para Javier Bardem y Mejor Guión Adaptado.
Este filme está basado en un libro de Cormac McCarthy llamado "No Country For Old Men".
Yo no lo leí (si alguno lo hizo, espero los comentarios), pero es una buena excusa (como si hiciera falta) para repasar algunas de las cosas escritas por Cormac McCarthy. Ya cargué hace un tiempo un extracto de su libro “La Carretera”. Acá va un poco más de esa novela que tiene destino de pantalla grande:

"Cruzaron la ciudad al mediodía del día siguiente. Él tenía la pistola a mano sobre la lona doblada que cubría el carrito. Llevaba el chico pegado a él. Casi toda la ciudad estaba quemada. No había señales de vida. Coches en la calle con una costra de ceniza, todo cubierto de ceniza y polvo. Rastros fósiles en el fango reseco. Un cadáver en el portal, tieso como el cuero. Haciéndole un mohín al día. Se arrimó al chico. Ten presente que las cosas que te metes en la cabeza están ahí para siempre, dijo. Quizás deberías pensar en eso.
Algunas cosas las olvidas, ¿no?
Sí. Olvidas lo que quieres recordar y recuerdas lo que quieres olvidar".

"Desconfiaba de todo. Decía que los sueños correctos para un hombre en peligro eran sueños de peligro y que los demás era sólo la llamada de la languidez y de la muerte. Dormía poco y dormía mal. Soñó que despertaba en un bosque florido con pájaros volando frente a él y el niño y el cielo era de un azul dolorido pero él ya estaba aprendiendo a despertarse de esos mundos de sirena. Tumbado en la oscuridad con un leve y extraño sabor a melocotón de un huerto fantasma en la boca. Pensó que si vivía lo suficiente el mundo se perdería por fin del todo. Como el agonizante mundo que habitan los ciegos nuevos, todo él disolviéndose lentamente en la memoria".

"Personas sentadas en la acera al amanecer medio inmoladas y humeando en sus prendas de vestir. Como frustrados suicidas sectarios. Otros vendrían a ayudarlos. Antes de transcurrido un año había incendios en las montañas y cánticos delirantes. Los gritos de los asesinados. De día los muertos empalados en estacas a lo largo de la carretera. ¿Qué habían hecho? Él pensaba que en la historia del mundo tal vez incluso había más castigo que crimen pero ese era un magro consuelo".

"En el lindero de un campo en invierno entre hombres rudos. La edad del chico ahora. O un poco mayor. Observando como habrían el rocoso suelo de la ladera con pico y azadón y exhumaban toda una papilla de serpientes, quizá un centenar. Reunidas para darse calor unas a otras. Aquellos tubos pálidos empezando a moverse perezosamente a la fría dura luz. Como intestinos de alguna bestia enorme expuestos al día. Los hombres les echaron gasolina encima y las quemaron vivas, no teniendo ningún remedio para el mal sino sólo para la imagen del mismo tal como ellos lo concebían. Las serpientes inmoladas se retorcían horriblemente y algunas cruzaban el suelo de la gruta iluminada con sus cuerpos en llamas los lugares más recónditos. Dado que eran mudas no hubo gritos de dolor y los hombres en un silencio similar las vieron arder y contorsionarse y volverse negras y en silencio se dispersaron en el crepúsculo invernal cada cual con sus pensamientos camino de la casa y la cena respectivas".

"Los días se sucedían penosamente sin cuenta ni calendario. A lo lejos en la interestatal largas hileras de coches carbonizados y herrumbrosos. Las llantas desnudas de las ruedas asentadas en un cieno gris de escombros derretidos, en negros círculos de alambre. Los cadáveres incinerados reducidos al tamaño de un niño y apoyados en los muelles vistos de los asientos. Diez mil sueños encerrados en el sepulcro de sus recocidos corazones. Siguieron adelante. Pisando por aquel mundo muerto como ratas en una rueda. Las noches mortalmente quietas y más mortalmente negras. Y el frío. Apenas hablaban. Él tosía todo el tiempo y el chico le veía escupir sangre. Caminando encorvado. Mugriento, andrajoso, desesperanzado. Se detenía y se apoyaba en el carrito y el chico seguía andando y luego paraba y miraba atrás y él alzaba sus ojos llorosos y lo veía allí de pie en la carretera mirándole desde un futuro inimaginable, resplandeciendo en aquel páramo como un tabernáculo".

martes, 26 de febrero de 2008

Olvido y memoria


“El eficaz ejercicio del olvido –paradoja interesante- permite la práctica profesional del deporte de la memoria”.

Rodrigo Fresán, “Vida de santos”. Pág. 48


“Ya los antiguos griegos hablaban del arte de la memoria; pero yo creo que sólo en el olvido hay un arte verdadero”.

Pablo De Santis, “El enigma de Paris”. Pág. 91


"Es curioso como el olvido va modelando el relato que podemos hacer del pasado. El olvido, no la memoria. El olvido es la única cosa que existe. Lo que llamamos memoria no es sino el producto de cierto olvido".

Osvaldo Aguirre, “Rocanrol”. Pág. 133
Frase tomada del cuento que más me gustó: “Buche” (pobre, Pollo; pobre el Pollo hijo de recontramilputa)

domingo, 24 de febrero de 2008

Periodi$mo

"Sobornar a los políticos es mucho más barato, porque no tratan de parecer personas honestas; pero los periodistas siempre nos salen más caros, porque tratan de simular que están dispuestos a llevar sus escrúpulos hasta el límite".

Pablo De Santis, “El enigma de Paris”. Pág. 192

viernes, 22 de febrero de 2008

¿Manzana? Nooaa, Manhattan

Me resisto a creer que la tentación pueda ser representada por una manzana roja.
¡Qué se yo!, si al menos fuera incitado por la acidez de una Granny Smith podría llegar a pensarlo; pero creo que tampoco me convencería.
Puede atraer su color o el crunch de una mordida bien dada, sin embargo sigue estando lejos de la petit tentación de la cereza, de la lascividad del plátano (poner banana, sería obsceno) o de la seducción de la frutilla.
Si se me permite, voy a esgrimir una revolucionaria hipótesis que puede hacer tambalear a la Sociedad Rural y a la economía del Alto Valle: la manzana es el churrasco de las frutas… nacieron para defraudar.
Jamás un/a churrasco/manzana será tan sabroso/a como aparenta. Fue comprobado científicamente por el MIT (Massachusset Institute of Technology), pero el paper no se hizo público por presiones de la mafia de los alimentos.
En el primer caso, es el olfato el que entrega un resultado engañoso; mientras que en el segundo, la vista y el oído (recordar el crunch manzaneril) se confabulan para embaucarte.
General Roca, hay que asumirlo: ¡la manzana tiene menos onda que Teresa Parodi cantando “Mi perro dinamita”! Y nada se pueda hacer al respecto.
Los gurúes de las letras intentaron cambiar su destino poniéndola en la boca de nuestros chicos, al menos en sus enunciados.
Fue así que se puso de moda el “nooaa, manzana” (poner tono marianoclossesco), pero cayó en desuso y fue reemplazado -en el ambiente adolescente/lobotomizado- por el “nooaa, manteca” o el “nooaa, mandioca”; aunque mi preferido es el “nooaa, Manhattan”.
Hay cosas que no se pueden cambiar, esto no lo levanta ninguna agencia de publicidad. Ya lo advertía el Indio Solari: “Le prohibieron la manzana, sólo entonces la mordió. La manzana no importaba, nada más la prohibición”.

Este texto fue escrito para la edición de la revista Leche de febrero en coincidencia con la Fiesta de la Manzana, pero no entró en la edición.

Ajíputaparió


Apenas pasaron unos minutos de las 10 de la mañana y estoy viendo un DVD (pirata) de los Red Hot Chili Peppers.
Estos tipos tienen una extraña manera de hacerme sentir tristemente feliz.

jueves, 21 de febrero de 2008

Malditos trenes


La película es “3:10 to Yuma”. El ¿bueno?: Christian Bale; el ¿malo?: Russell Crowe.
Resulta que CB tiene un campo y le va para atrás, para sacar unos manguetes tiene que llevar a RC (peligroso ladrón) a tomar un tren que lo traslade a una ciudad como la gente en la que lo juzguen y lo cuelguen.
Sobrevive a mil ataques, hasta un pueblo entero le dispara, pero el sufrido CB aguanta y llega hasta la caseta de la Estación de Trenes.
Advierte (en medio de los tiros) que son las 3:15 y le pregunta al encargado del lugar “dónde está el tren de las 3:10”. El tipo le dice que viene con retraso. “¿A qué hora llega?”, insiste el hombre-murciélago. “Llega cuando llega”, responde el servicial trabajador.
Recién entonces interviene Gladiador RC y dispara: “Malditos trenes, nunca puedes confiar en ellos”.

Nos miramos con Walter antes de largar las carcajadas. Estamos viendo la película en el vagón-cine del Tren Patagónico que une Viedma con Bariloche.
La formación salió con 8 horas de retraso, hizo 2 kilómetros y paró (la primera de varias detenciones) dos horas. En lugar de tardar 16 horas llegamos en 27. El regreso fue más corto, apenas 24 horas.
Volviendo a la frase de RC, ¿nadie ve las películas que pasan en el tren? Es como poner “Whisky Romeo Zulú” en un viaje en avión.

jueves, 14 de febrero de 2008

Cacho en el país de la Manzanas


Los que no son del valle tal vez no lo sepan, pero hoy comienza la Fiesta Nacional de la Manzana en General Roca (Río Negro).
Cinco noches con Kapanga, Árbol, Kinky, Divididos, Mariano Mores, Valeria Lynch, Cacho Castaña, Miranda, Coty, Banda Registrada, Chayanne, el Chaqueño “Hummer” Palavecino y Mercedes Sosa.
Les dejó las entrevistas que les hice para la revista Leche a Árbol y a los mexicanos de Kinky.
Como yapa, va una nota sobre cómo sería la noche con Cacho Castaña tras su actuación.

El vendedor de ilusiones

La mentira del lenguaje, la ilusión de las palabras, la imposición de conceptos, su uso y abuso. Cada vez es más común encontrar por ahí el término “vintage”.
Palabra que ahora muchos aplican a cualquier cosa para agregarle un par de ceros al precio. Vintage es un clásico, un artículo de colección que con los años mejoró su calidad, que añejó como los buenos vinos.
¿Todavía no te queda claro qué es vintage?
Entonces andá el viernes al predio de la Fiesta de la Manzana y cuando se asome al escenario Cacho Castaña vas a empezar a entender.
Y cuando termine de actuar y se lleve las bombachas que le tiren para agrandar su colección, sólo comparable con la de Sandro, vayamos a saludarlo al camarín haciendo oídos sordos a los que lo acusan de grasa.
Entremos camuflados al Planeta Castaña. El gato bien peinado, sombrero de ala ancha, chalina blanca, camisa negra abierta y los pelos del pecho erizados pidiendo labios femeninos que sacien ese fuego.
La contraseña es fácil: Johnny Walker 12 años.
Saludarlo con un apretón de manos y palmearle el hombro. Cagarte de risa de los sábados a la siesta que pasaste viendo la trilogía del amor (La Carpa, La Playa y La Discoteca del Amor).
Y cuando Cacho acueste el espejo y se cite diciendo “yo nunca tuve problemas con las drogas... consigo siempre”; aceptar la invitación, reivindicar a los viejos winnes, llegar hasta el final de la raya y servirle en bandeja el mejor centro de tu vida para que grite el primer gol de una noche que recién empieza.
Acelerar una cupe Fuego, largarle besos a los travestis y jugar al billar en un bar de la B. Apostarle las cadenas de oro a una carambola imposible.
Terminar la botella de whisky.
Colgarte de su fama y empezar a firmar autógrafos. Arrancar un par de celulares de mujeres con pasado, con escotes transpirados y miradas felinas.
Decirle “te voy a hacer una oferta que no vas a poder rechazar”, verle brillar los colmillos y rumbear al norte.
Entrar al Bailantazo de Beto mirando a todos a los ojos, porque estás con Cacho de Buenos Aires, con el que se le animó a la mujer de Monzón, con el que le acaricia el oído a la “Gata” Varela, con el que celebró el punto y coma del “Polaco” Goyeneche.
Hacer coros en “La reina de la bailanta”, ponerte la chalina de Cacho de vincha, señalar a la más linda y cantarle “si te agarro con otro te mato”.
Abrazar a todos.
Pedir más whisky.
Ver amanecer.
Sonreír cuando antes de subir al auto te diga “dejame a la pendeja, que ya tengo los dientes gastados”.
Cerrar la reja del ascensor del hotel, disfrutar del silencio artificial y antes de abrir la puerta de la habitación preguntarle, ¿Cacho, para cuándo un disco de Babasónicos con canciones tuyas?

Aclaración: El párrafo en cursiva me pidieron que lo suavizara, mandé estas dos opciones, no sé cuál habrán usado.

-Imitarlo diciendo “yo nunca tuve problemas con las drogas... consigo siempre” y patearle un penal al cerebro.
-Ver el reflejo que devuelve el espejo tamizado y endurecerse sin perder la ternura en una noche que recién empieza.

El texto de Cacho se lo dedico a Mr. Durazno, que el viernes lo irá a escuchar.

lunes, 11 de febrero de 2008

Epígrafe de “Los Lemmings y otros”

“Yo quería ser Astroboy y Astroboy quería ser yo”, Domin Choi en “Los Lemmings y otros” de Fabián Casas.

viernes, 8 de febrero de 2008

El corazón delator (final opcional)

- ¡Villanos! -chillé-. ¡No disimulen que no lo saben! ¡Admito que es así! ¡Arrancadme la piel por reconocerlo! ¡Por este gusto vulgar!... me cae bien Nicolás Cabré. Es mi corazón delator el que me obliga a confesarlo: el pibe me parece copado y a veces me hace reír.

¡Mozo! Un tilo, por favor.

lunes, 4 de febrero de 2008

Dios y el Indio

Como lo dice el perfil que me vi ¿obligado? a completar me gusta la música pirata, pero no puedo negar que tengo algunos discos originales (bah, al menos legales).
El último es “Porco Rex”, me lo regaló mi novia Alejandra el sábado. Antes me había comprado (una Navidad de hace tiempo) “El tesoro de los inocentes” y alguna vez "Traje" de Pequeña Orquesta Reincidentes.
En “Flight 956”, el Indio Solari canta “Dios no está en los detalles de hoy!”.
Si mal no recuerdo en varias canciones de sus discos solistas y en las que grabó con los Redondos aparece ese señor llamado Dios por buena parte de la humanidad.
Yo me acuerdo de “Dr. Saturno” (Momo Sampler) en el que suelta una idea genial: “Dios es todo (no puede progresar)”. No le pidan más al tipito, ya no tiene nada que ofrecer.
Es muy buena.
Ya me pondré a repasar todas las frases acerca de Dios fraseadas por el Indio.
Pero necesitaré algo de tiempo.

viernes, 1 de febrero de 2008

Scarface III

“Primera lección: Nunca subestimes la codicia de otro. Segunda lección: No te drogues con lo tuyo”.

¿Qué parte de la frase que vos mismo pronunciaste fue la que no entendiste, Tony Montana?