sábado, 27 de diciembre de 2008

Nuevo refuerzo para Boca

Ante la posibilidad de que se caiga el pase del árbitro Pablo Lunatti, que tantos resultados le dio este campeonato, Boca Juniors ya tiene en la mira a un réferi colombiano que suele hacer los mismo favores.

El auto de Bombita Rodríguez

martes, 23 de diciembre de 2008

El señor de los venenos

Enrique Symns es uno de esos pocos columnistas por los que todavía compraría un diario. Claro que para qué hacerlo, si lo podés leer acá.

Historias de pingüinos II


El pingüino contra los perros cimarrones

Mediados de febrero (pongamos, 2005). En el noticiero informan, una paradoja teniendo en cuenta que hace rato los noticieros se convirtieron en parte del mecanismo del espectáculo, decía que en el noticiero informan que en la costa de Berisso encontraron a un pingüino emperador. El animal se recupera de lesiones leves.

Nadie sabe cómo este ejemplar llegó a las costas bonaerenses. Especialistas sostienen que se perdió cuando -junto a sus compañeros- cumplían el ciclo de migraciones. Desde otra óptica, analistas políticos de Página/12 sostienen que el hecho tiene que ser visto como un acercamiento del presidente Kirchner, simbolizado por el pingüino, con Felipe Solá, que tiene la casa de gobierno en La Plata, a escasos kilómetros de Berisso. El periodista y diputado Miguel Bonasso reniega del razonamiento del diario porque el pingüino es de la especie Emperador y Kirchner es muy democrático.

Lo cierto es que el animal fue rescatado y pudo escapar de la muerte filosa que le tenían preparada dos perros cimarrones. Visiblemente asustado, el pingüino vio la llegada de un ser humano como la salvación para escapar a tan terrible muerte. El coro Kennedy decide hacer un concierto en homenaje al animal más elegante de la fauna toda y Raúl Portal se ofrece a asilarlo y desocupa el freezzer. El ave escucha ofertas.

Pero dejemos de lado a la estrella de este acontecimiento y concentrémonos en quienes son vistos como los villanos: los dos perros cimarrones que se quedaron con las servilletas anudadas al cuello. ¿Alguna vez habían visto a un pingüino? Siguiendo el análisis de Página/12, si Kirchner es el pingüino y Solá la playa de Berisso, ¿los perros cimarrones son Eduardo Duhalde y Chiche? ¿Qué sintieron los perros al divisar al que pretendían fuera su cena? Si hubiera estado empetrolado, ¿se lo comían igual? ¿El pingüino se acompaña con vino tinto o con un blanco pasado por barrica? ¿Los perros pensaban satisfacer sus deseos sexuales con el pingüino? ¿Todos los perros son putos?
Preguntas que no tendrán respuestas, en definitiva los perros, especialmente los cimarrones, no hablan de política, y los pecados de gula y de lujuria prefieren practicarlos a proclamarlos.

Esta historia que pudo ser trágica tuvo un final feliz. El pingüino fue trasladado a Mundo Marino, donde lo entrenarán para que en un futuro se sume a Show Match, Kirchner y Solá siguen en el gobierno y los perros cimarrones se sumaron a la custodia del matrimonio Duhalde.

* Esto fue escrito cuando K era presidente y Solá se hacía el boludo y todavía era gobernador.

Gente que te quiere romper el culo


Si no tienen la Ñ, ¿no daba para que pongan ANIO?

domingo, 21 de diciembre de 2008

Boom!

絶対押すなよ!やんちゃ爆弾

Date el gusto y hacé volar por los aires el blog, dale maraca, es tu oportunidad.

viernes, 19 de diciembre de 2008

El hombre que vio el futuro

Es el 2 de marzo de 1982, tenemos el cuerpo de un escritor sobre la mesa de la morgue, el cuerpo de un escritor de ciencia-ficción, el cuerpo de Philip K. Dick, al que someteremos a una autopsia para saber de qué diablos está compuesto.
Al abrirlo encontramos lo siguiente: genialidad, esquizofrenia, anfetaminas, manías persecutorias, humor, matrimonios fallidos, tentativas de suicidio, amnesias, mescalina, hijos, obsesiones, pancreatitis, empacho de teología y filosofía, litros de alcohol y dosis de LSD, muchos litros, muchas dosis.

Philip K. Dick nació en forma prematura el 16 de diciembre de 1928, Su hermana gemela, Jane, sólo sobrevivió unas semanas, pero su presencia acompañó al escritor a lo largo de toda su vida. Su padre lo dejó a los cuatro años, vivió con su madre hasta los 18 años, edad a la que ya escribía y publicaba ciencia-ficción. A los 20 años se casó, aunque no tardó en divorciarse y a los 23, después de vender varios relatos a las más importantes revistas de ciencia-ficción de la época, Philip Dick tomó la decisión de dedicarse al oficio de escritor a tiempo completo. “Es que el sabor de la comida para perros era demasiado dulce”, decía. No es extraño que el primer cuento que le hayan publicado fuera “Roog”, protagonizado por un perro que cree que los recolectores de basura son extraterrestres.

Con el correr del tiempo, Philip Dick empieza a ser una firma frecuente en las revistas de ciencia-ficción, los cuentos le salen fácil y le permiten sobrevivir, pero él quiere escribir novelas realistas. Nadie le presta atención. Después de varias novelas de ciencia-ficción, en 1962, con su libro “El hombre en el castillo” recibe el Premio Hugo, uno de los más prestigiosos del género. Entre 1963 y 1964, retirado en una cabaña alquilada al sheriff local para alejarse de sus conflictos domésticos, escribe once novelas, algunas de ellas consideradas entre sus mejores trabajos. Mientras tanto se sigue casando y divorciando, hasta contabilizar cinco idas y vueltas en toda su vida.

En la obra de Philip Dick se mezclan mundos psíquicos o paralelos, androides, insatisfacción, deidades malévolas, humor, reflexiones sobre la dimensión humana los seres extraterrestres absurdos, antihéroes, la angustia de saber que al final todo saldrá mal, estados policiales, medios de comunicación al servicio del poder, experiencias oníricas. Philip Dick podía escribir hasta 90 páginas diarias, con los auriculares cargados de música clásica y consumiendo sin tregua café y anfetaminas. Terminaba los libros y se sumía en una convalecencia de 10 a 15 días. Las oleadas de creatividad y de indolencia, abotargamiento y de lucidez componen el dibujo psíquico y laboral de casi toda su existencia.

Dos personas fueron fundamentales para Dick y su inspiración literaria, ambas representantes simbólicas del ambiente intelectual, la revolución sexual, la antipsiquiatría o la psicodelia en la California hippie de los sesenta. Uno de ellos fue Timothy Leary, el gurú de las drogas psicodélicas, el otro el ex obispo de California, Monseñor Pike, quien fue expulsado de la Iglesia en 1966 por hereje.

Philip Dick fue un tipo desmedido. Cuando se inspiró escribió once novelas en dos años. Cuando se cansó pasó varias temporadas sin producir. Cuando se intoxicó lo hizo con todas las drogas. Cuando se quiso suicidar ingirió por 49 tabletas de Digital, 30 cápsulas de Librium, se hizo dos tajos en las muñecas y respiró monóxido de carbono. Aún así no pudo terminar con sí mismo. Entonces, como él mismo cuenta, desapareció entre muchachas que no sabían que era escritor y hombres que tienen la cabeza tan quemada que no sabes cómo sobreviven.

A mediados de los 70, Dick sufrió varias experiencias religiosas que bastaron para ocuparle intelectual y espiritualmente. Durante varios años se dedicó a elaborar explicaciones e interpretaciones de estas experiencias, que influyeron en sus novelas posteriores. En 1975 se publicó su primera novela “real”: Confesiones de un artista de mierda (1975). El dice que una entidad extraterrestre con forma de rayo rosa le reveló La Verdad.

Los que se metieron en los laberintos de la obra de Philip Dick ven en el escritor a un hombre perseguido por su propia pesadilla que le dice que la realidad es sólo un montaje destinado a engañarlo. A un genio que escribió ciencia-ficción con el material de sus siempre rechazadas novelas reales. A un pesimista ilusionado. A un consumidor de drogas paranoico. A un humanista. Todo eso, lo que fuere, se perdió el 2 de marzo de 1982, el día que Philip K. Dick murió de un ataque cardíaco mientras respiraba aire fresco en la entrada de su casa.

Para los que necesitan un número redondo que justifique lo que leen, el 16 de diciembre se cumplieron 80 años de su nacimiento.

jueves, 18 de diciembre de 2008

La mentira gourmet

Mil hojas de faina con langostinos, tiraditos de pescado con guacamole, wraps de pavo con brie y chutney, parfait de yogurt con sopa de mango y menta, tapioca en leche de coco, sablee de almendras, mimosas de Champagne. Se me hace agua la boca y el bolsillo (se me hace) añicos cuando empiezo a hacer la cuentas.
La mesa está servida, pero para saber qué vas a comer no te alcanza con Horangel, Aschira y ni Ludovica Esquirru juntos. La profeta de moda es Narda Lepes y yo cada vez que leo un menú me siento un Nardo, porque no entiendo nada.
Como en el principio fue la palabra, los chefs se dieron cuenta de que lo más importante para seducir a los clientes es un buen nombre como anzuelo.
Entonces vos te sentás y cuando agarrás la carta no sabés si estás leyendo las recomendaciones del chef o los nombres de los integrantes del seleccionado francés de fútbol.
Le explicás a la moza que te gustaría un Zinedine Zidane, pero que te cae un poquito mal al pecho y finalmente optás por unas “Láminas de ave sobre un verde sommier de la huerta”.
Probás el vino criado en barricas de roble francés y cuando ya te empezabas a sentir Napoleón Bonaparte, te destierran a Córcega.
La moza pone un plato cuadrado gigante y en el medio alcanzás a distinguir que hay unas pálidas tajadas de pollo y que en lugar del “verde sommier de la huerta” hay una colchoneta baqueteada, armada con unas mustias hojas de lechuga que combinan muy bien con las seis arvejas arrugadas que se desparraman por ese desierto culinario.
Lo único que tiene sabor es la salada cuenta que te sube la presión mientras te preguntás si rompiste algo. Tenés tanta hambre que te comerías al gordo que conduce “Wok”.
Huís y entrás al primer bar de mala muerte que te cruzás fuera de esa ruta del sabor. Te sirven una milanga más grande que el Titanic y pedís un iceberg para enfriar el vino de la casa. Mientras el mozo te abraza de atrás, extendés los brazos y, con la boca bien llena, gritas satisfecho: “soy el rey del mundo”.

Publicado en la revista Leche el año pasado.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Mala puntería...

Es cuando presentás un informe que destaca la calidad de vida en Villa la Angostura... el mismo día en que el título de tapa resalta la paliza de muerte que le dieron a un sacerdote de esa ciudad.

Consumo personal

Un ciudadano extranjero, portador de pasaporte nigeriano, fue arrestado por los servicios de aduana en el aeropuerto de Lisboa, Portugal. Los funcionarios tenían buenas razones para sospechar que el africano era una mula y que estaba implicado en tráfico de órganos. En efecto, después de una rápida revisación, verificaron que el nigeriano traía, escondidos dentro del cuerpo, dos riñones, un hígado, un corazón y dos pulmones, que seguro intentaría vender en una clínica privada en España o en Suiza. De nada sirvieron las protestas del africano que insistía en que los órganos que traficaba se destinaban exclusivamente para consumo personal.

Rui Barreira Zink es escritor y profesor universitario en Portugal.
Lo leí hace un tiempo en El señor de abajo.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Historias de pingüinos I

El pingüino papá llega a su casa y lo único que escucha es que su mujer, la mamá pingüino, protesta porque no le alcanza la plata, por el precio del pescado, porque aumentó el cable y porque su hijo es un inútil que se la pasa chateando con pingüinos de otras reservas. Hace años que el pingüino papá escucha los mismos reclamos, hace años que se pregunta qué hizo para ganarse una vida tan miserable.
El pingüino papá se prepara un trago y hace lo imposible para dejar de escuchar los reclamos de su esposa, pero no lo logra. Entonces, vacía el vaso de un trago, va hasta el desván y saca una escopeta. Su mujer, de espaldas mientras prepara filets de merluza a la marinera, recibe en la nuca el disparo que la pasa a mejor vida pingüina. El pingüino hijo, con los oídos y la mente de pájaro puestos en un juego en red, no escucha los pasos de su padre que se acerca sigilosamente y lo usa para decorar de rojo las paredes.
Satisfecho, el pingüino papá se sienta en el sillón, prende el televisor y pone canal 9.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Confesiones

Ma' si, lo digo... cuando escucho ciertas canciones de Erasure tengo que hacer un esfuerzo enorme para no ponerme a bailar.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Aeropingüino

El Pordo, quien tiene una extensa cultura en películas para las que ya está grande, me contó que en Madagascar 2 se habían acordado de la Argentina.
Al parecer, los de la Paramount –que se la saben completa con jamón, queso y huevo frito- analizaron la política argentina y se enteraron que algunos pingüinos no corren, vuelan.
Después, sólo quedó llevarlo a la pantalla.

martes, 2 de diciembre de 2008

Soja, fósforo e inversión

Hace algunas semanas le hice una entrevista a Guillermo Priotto, coordinador del área de Educación, Ambiente y Desarrollo Sustentable de CTERA.
Priotto estuvo en Roca para dar una charla sobre Educación Ambiental, remarcó que está lejos de las campañas "tipo ‘Salve a las ballenas’" y destacó la necesidad de asumir una perspectiva crítica sobre esta problemática.
Entre otras cosas, dijo lo siguiente:

“Hay un montón de costos, de pasivos ambientales, que no están siendo internalizados en los costos de producción y venta. Alguien tiene va a terminar haciéndose cargo de esos pasivos.
Te doy un ejemplo: la soja necesita en gran cantidad un nutriente fundamental del suelo que es el fósforo, que no aparece valuado en el costo final. Se calcula que la cantidad de fósforo que se exporta por año con la soja es de 1.000 millones de dólares. Para recuperar ese nutriente hay que hacer una fuerte inversión, el tema es quién se hace cargo de ello, probablemente lo haga el Estado, o sea, todos nosotros”.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Jefazo

- ¿Qué te gustaría que estudien tus hijos?
- No puedo decir, hermano. Quiero que tengan conciencia social y capacidad intelectual.
- Hay padres, por ejemplo, que quieren que sean abogados.
- Yo no. Más bien quisiera erradicar todas las facultades de Derecho por una cuestión de salud pública. Veo que la justicia que tenemos en Sucre es una fiel representación del colonialismo interno y externo.

Declaraciones de Evo Morales a Martín Sivak, autor de “Jefazo, retrato íntimo de Evo Morales”. Pág. 40.

viernes, 28 de noviembre de 2008

Periodismo

Publicado en Muy lindo todo, diario Crítica.

Mala leche

Yo estaba dormido, pero lo escuché bien. Lo dijo el profesor de Historia de las Ideas de la Universidad Nacional del Comahue, Néstor Spángaro: “Los periodistas no tienen urgencias… tienen mala leche”.

martes, 25 de noviembre de 2008

Recuperar el goce

La semana pasada decidí retirarme del equipo de futbol en el que juego. Más allá de que no se vaya a notar en su rendimiento, no lo hago en mal momento. Estamos segundos y ya clasificados para la otra ronda.
Pero no puedo seguir.
¿Esto le interesa a alguien?
No importa, quiero explicar el por qué.
Me voy porque no me divierto, porque yo juego a la pelota y los demás al fútbol.
Esta simple diferencia para denominar lo que hacemos es la que marca las distancias que ya no se pueden allanar.
Torpemente este año pensé que podía volver a jugar un campeonato y salir indemne de ello.
Esta visto que no funciona (al menos en mi caso).
Pero ahora dejemos de lado mi caso personal, para centrarnos en esa diferencia.
Si bien hay ocasiones en que el juego (cualquiera de ellos que sea considerado un deporte) se desarrolla en el presente, con sus búsquedas y sus consecuencias, desde la idea de des-estresarse al mantenimiento del físico, en la mayoría de los casos se desenvuelve en dos escenarios: pasado y futuro.
Yo soy de los primeros.
Para mí el juego es el regreso a la infancia, la búsqueda de la diversión efímera, de la felicidad primaria. Una apuesta a lo lúdico e incluso al egoísmo del deleite personal sobre la satisfacción general que representa el objetivo grupal.
Del otro lado están los que juegan en el futuro, donde lo importante nunca es lo que está ocurriendo, ni el recuerdo de lo pasado, sino el resultado a obtener. El paso a paso es un claro ejemplo. Todo es un escalón para llegar más lejos.
Un partido tras otro para mantenerse en la punta del torneo, una ronda tras otra para seguir avanzando y llegar a la final. Incluso ese partido culminante no es sino otro paso, aún cuando sea el postrimero, en busca de ese futuro llamado trascendencia, fama, plata, gloria, mujeres, publicidades o lo que fuera.
No confundir esta situación con una utopía, que se aleja con cada paso dado; acá ese horizonte móvil no es el imposible lugar soñado sino el terreno en el cual el juego pierde el encanto y se convierte en una operación contable.
Es tan importante para algunos ese futuro que dejan de lado la individualidad para que prime el “trabajo” en equipo. Se abandonan al cuerpo social, pero no como gesto solidario sino en un sentido fordista.
Sin embargo, suele ser el individualista, quien en su actitud egoísta e infantil del “todo lo puedo”, es el que abre los caminos, el que embellece la maquinaria del deporte que sólo busca la eficiencia y sus posteriores regalías.
Él es quien con una jugada puede transmutar la línea del tiempo, subvertirla y, de ese modo, volver al pasado para recuperar el placer del juego, la risa, el barro.
Regresar para nacer de nuevo en el atrevimiento de asumir la vida como un juego en el que la búsqueda del goce está por encima de la consecución de otro objetivo.
Para jugar a la pelota y dejar el fútbol para los trabajadores de ese negocio.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Me parece a mí

Hay que ser muy hijo de puta para decirle Queen a un grupo en el que no está Freddie Mercury.
Las otras opciones son ser sordo o participar del negocio.

La palabra del Señor

Publicado en el blog Muy lindo todo de Crítica.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Quejidos en la madrugada

Hace unos días mi novia estuvo enferma. Se recuperó, pero durante ese tiempo estuvo mal. No podía dormir y, por ende, yo sólo podía descansar unas horas. Cuando uno no duerme está tan cansado que sólo puede pensar en conseguirlo. En cambio, cuando uno duerme unas horas esa pequeña dosis de energía puede ser desviada hacia el lado del mal.
Eso me pasó a mí.
Como no me dejaba dormir, estudié la posibilidad de asesinarla. Entonces me acordé de un pasaje de un libro de Fogwill (al final no la maté).

“Le hicieron una cama blanda de lana en la chimenea nueva. La sangre seca, que se le había helado entre los pelos y la barba no se pudo quitar. Le dolía adentro. No movía nada, ni los brazos ni las piernas cuando acabaron de acostarlo. Se le hizo tomar Tres Plumas y genioles. No digería: vomitaba. Esa noche empezó a quejarse.
Al día siguiente se quejaba todo el tiempo. Cada vez que respiraba, en el momento de soltar el aire, se quejaba. Era como un mugido que ponía los pelos de punta. Quejarse fue lo único que hizo. No podía comer, ni fumar, ni tomar los genioles. Los pichis no aguantaban oírlo. Se tapaban la cara, las orejas; nadie quería escuchar.
El Turco se pegaba fuerte la cabeza contra el durmiente. De la entrada y se apretaba las orejas con los puños. Él salio. Tuvo un viaje a la playa y otro hasta los ingleses, que le dieron un respiro, porque no aguantaba quedarse ahí oyéndolo quejarse. La última noche, antes de que muriera Diéguez, encontró una manera de soportar: tenía que respirar a la par del quejoso. Respiraba a la par y cuando adivinaba que se venía el alarido, al mismo tiempo, también él se quejaba a la par. Así se le producía alivio. En lo oscuro, algún pichi le copio el método, y al rato, como un coro, sonaban varios pichis quejándose. Pero los otros no entendían: los pateaban, puteaban y pedían que se callaran como si precisasen escuchar nada más que el quejido del que se iba a morir.
Cuando se murió Diéguez todos se aliviaron”.

“Los Pichiciegos”, de Rodolfo Fogwill. Pág. 90-91

sábado, 15 de noviembre de 2008

Pasión azulgrana

"Es un anhelo. Como la Argentina quiere recuperar Malvinas, nosotros queremos volver a Boedo, la zona que nos corresponde”.

Guillermo Zoppi, vice de San Lorenzo, hablando sobre la intención del club de volver a jugar en "Tierra Santa".
Vayan corriendo los tetra de puré de tomate que los "cuervos" quieren volver al Gasómetro.

martes, 11 de noviembre de 2008

Compositores y poetas

"Dos enfermedades acosan a los compositores argentinos: la mediocridad de todas sus composiciones y la carencia irremediable de talento para componer discos conceptuales, escapado de esa celda de cancioncillas exitosas en la que se encuentran aprisionados.
Sin embargo, muchos de nosotros seguimos aguardando el advenimiento de los poetas. La aparición violenta y lacerante de una voz que surja de los abismos para resignificarnos. Mientras tanto, nos encontramos sumergidos en esta empalagosa ciénaga de música repulsiva".

Enrique Symns en Crítica.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Moby Dick en la Patagonia

Don Pancho limpió el hueso de cordero con la punta del cuchillo y me hizo la pregunta salvadora, que sin embargo me costó responder.
- ¿Y por qué quiere embarcarse en un ballenero, paisanito?
- Porque… porque… la verdad es que leí una novela. Moby Dick. ¿la conocen ustedes?
- Yo no. Y se me ocurre que el Vasco tampoco. No somos muy leídos por acá. ¿Y de qué se trata esa novela?
En Santiago, entre mis amigos, yo tenía fama de ser buen “contador” de películas. Eran las cinco de la tarde cuando empecé a contar, tímidamente primero, la epopeya del capitán Ahab. Los dos hombres me escuchaban en silencio, y no sólo ellos; en las otras mesas se interrumpieron las conversaciones y de a poco los parroquianos se acercaron a nuestra mesa. Narraba y luchaba con mi memoria. No podía traicionarme. Los hombres entendieron que me concentraba en lo que les refería, y sin hacer ruido me renovaron varias veces el vaso de chicha de manzana. Hablé durante dos horas. Herman Melville habrá perdonado si aquella versión de su novela tuvo algo de mi propia cosecha, pero al terminar todos los hombres mostraban semblantes pensativos, y luego de palmotearme los hombros regresaron a sus mesas.
- Moby Dick. Mire – suspiró el Vasco.
Pidieron la cuenta. Pagaron. Tuve la amarga certeza de que hasta allí llegaba mi aventura.
- Bueno. Vamos – dijo Don Pancho.
- ¿Yo también? ¿Me llevan?
- Claro, paisanito. Hay que aprovechar la luz para revisar los aparejos. Zarpamos mañana temprano.

“Mundo del fin del mundo”, Luis Sepúlveda. Pág. 30-31

jueves, 6 de noviembre de 2008

Ese oscuro objeto de deseo

Lewis Hamilton ganó el campeonato de Fórmula 1, Barack Obama se impuso en las elecciones en EEUU y habrá más sorpresas.
Que tiemble la puta oligarquía, que le tiriten las rótulas a los blancos desabridos, los negros vienen por todo y ya anuncian que la fórmula ganadora de las presidenciales de 2011 será D’Elía-González Oro.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Que me perdone Brascó

Estuve muy poco gourmet, ayer me terminé lo que quedaba del Syrah Latitud 33º del pico y recién sacado de la heladera.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Maradona, el esclavo liberador

Decidí escribir porque ya estoy cansado de que la gente me pare por la calle y, confundiéndome con un gurú de canal de cable, arremeta con sus dudas a la espera de un consejo.
La bolsa baja… tome más despacio, señor, o no convide, vea lo que le conviene, mézclela con Blancaflor.
El precio de la soja se cae a pedazos… vaya a una inversión segura, cómprese un ministro, eso nunca dio pérdidas.
Hay que bajar la edad de imputabilidad de los menores… no querido, baje el volumen del TV y póngase a hablar con su familia, baje las ambiciones consumistas, baje la pornográfica tasa de ganancias de los hijueputas que la levantan con pala, baje la ineptitud de los funcionarios, bájele la persiana a su enano fascista.
Pero ahora vayamos a la que ha sido la gran duda de estos días: ¿tiene Maradona que ser el DT de la selección?
La respuesta es muy fácil: Sí… más complicado es justificarla.
Estoy muy lejos de ser un fan de Maradona, sin embargo creo que si hay alguien que se merece ser técnico de la selección, no caben dudas, que ese es Diego Armando.
Para sacar adelante al frustrante equipo que hasta hace poco dirigía el Coco Basile hace falta mucho más que un estratega. El problema pasa por otro lado, hay que cuestionarse el rol del jugador de fútbol que se pone la camiseta argentina.
Uno de los problemas de la selección es que se ha aburguesado. Pese a que sus integrantes son parte del elenco estable de los nuevos ricos salvados por los jugosos contratos que genera el fútbol, lejos están de esa clase alta que por derecho se arroga ser destinataria de lo más excelso, de lo máximo. De una clase que sólo aspira a lo mejor por el simple hecho de que siempre lo tuvo.
Más lejos aún están de sus orígenes. Del barro, de la pobreza que en otras épocas fue el motor que impulsó sus piernas para escapar de un pasado de miseria que amenazaba con hacerse piel y no abandonarlos más.
Los jugadores argentinos apenas son unos pobres burgueses. Perdieron los sueños cuando empezaron a mirar de reojo su pasado, cuando se aseguraron el futuro. Dueños de sus medios de producción (llámense piernas durante el juego o jetas a la hora de las publicidades) perdieron la mística cuando se volvieron marcas (o maracas, por qué no). Son temerosos, le han perdido el sabor al desafío.
Entonces no se trata de cambiar al DT sino de fumigar a todos esos parásitos con DDT. Lo que hace falta es una revolución para sacarlos de ese sopor burgués y el único líder posible es Maradona.
Ya lo dijo Juan Villoro es “Dios es redondo” (y con el título no se refería al Diego de sus peores momentos): “El fútbol ha tenido un rey, Pelé. Pero sólo ha tenido a un esclavo liberador (Maradona)”.
Maradona fue Espartaco.
Tras el fracaso del Mundial 82, Diego fue ungido líder de la banda de zaparrastrosos que había elegido el Narigón Bilardo para la selección nacional.
Petiso, gordito, negro, bostero, ídolo de los marginados tanos del sur, Maradona levantó la bandera de los desplazados, regó las canchas de talento y venció a todos los que se le cruzaron para liberar y liberarse.
Después de ello, pudo haber sido Platini, pero eligió ir por todo y no callarse. Fue a Italia (y con una banda aún más zaparrastrosa) le arruinó la fiesta a los locales, desafió a Havelange y sufrió la trampa.
Maradona, como cualquier héroe trágico, pagó por sus acciones.
Maradona fue un Sansón en las malas (drogas, coqueteos y peleas con el poder, salvador sin salvación, efedrina, traiciones, mentiras, quilombos policiales y judiciales, hijos extramatrimoniales, etc.).
Resurgió en EEUU 94 y volvió a caer, pero aún tras esa desilusión, nadie puede negar que ese corazón destrozado es el que más fuerte ha latido por la selección argentina. Sístole y diástole, celeste y blanca.
Nadie ha sentido tanto amor por esa camiseta como Diego Armando Maradona. Nadie le ha dado tanto. Nadie le ha faltado tanto.
El equipo no necesita un DT, lo que le hace falta es un revolucionario.
Un esclavo liberador.
Un Maradona que les grite en la cara que Nike no es un país, que Adidas no ganó ningún mundial, que a la camiseta se la respeta, se la transpira, se la lleva con orgullo más allá de los putos sponsores.
Un Maradona que cachetee a los tibios y los mande a jugar con la Play Station, un Maradona que lidere un grupo de jugadores que sueñe con tomar el cielo por asalto para recuperar la gloria o que, al menos, deje el corazón en el intento.

jueves, 30 de octubre de 2008

Si Me Va a Gustar

A principios de 2006, en unas mini-vacaciones en Uruguay escuché en distintos lugares una canción sin saber de qué grupo era. Con un tarareo balbuceante le hice saber al vendedor de CDs truchos de Piriápolis qué era lo que estaba buscando.
El tipo hurgó entre cientos de cajas hasta que sacó “Este viento fuerte que sopla”.
El fin de semana pasado “No Te Va a Gustar” pisó por primera vez tierra neuquina y dio un gran recital en el Club Pacífico.
Cuando el dealer de CDs pasaba los temas del disco, descubrí que el nombre de la canción que me gustaba era “Clara”. El sábado por primera vez la escuché en vivo.
Este no es un video del Club Pacífico (el recital estaba demasiado bueno como para ponerse a filmar), es una versión de “Cosa linda” y “Clara” con el Enano de la Vela como invitado.
Subí el volumen que te va a gustar.

martes, 28 de octubre de 2008

Fin para el misterio: Grondona eligió a Maradona para conducir a la selección nacional

Sí, lo sé, soy un loser.
Es todo una mentira. El título y la foto sólo tienen por objeto que entre más gente a este blog.
De hecho, abrí el Google y puse “cómo hacer más popular tu blog” y entonces empecé a seguir algunos de sus consejos.
Es una lista de recomendaciones, como esas que salen en revistas pedorras, para que ustedes no se sientan tan solos y sepan que en otros puntos del mundo hay otras personas leyendo lo mismo.
Por eso lo de Maradona a la selección y la mina en bolas. Todos nos hacemos un poco los intelectuales, pero, de alguna manera, el Diego y un par de tetas nos pueden.
Como no sé si con esto alcanzará, voy a tratar de seguir con el resto de los consejos que encontré en varias páginas de autoayuda para bloggers con complejo de “loqueescriboestarebuenoynololeenadie”:

- Administra tu reputación: Imposible, tendría que matar a mucha gente.
- Crea un blog útil: Mmnnn. No tengo ningún conocimiento útil. Sino no estaría haciendo esto.
- Escribe algo gracioso: Disculpe, señor, pero no soy su bufón.
- Cuéntale a tus visitantes acerca de tu última obsesión: Vuelve a inquietarme la pregunta existencial ¿de qué carajo voy a vivir?
- Ocasionalmente felicita a los que más comentan en tu blog: Felicitaciones a los que dejan mensajes positivos, los demás se la comen.
- Publica imágenes interesantes de tus mascotas: Imposible. Los animales me gustan bien cocidos y con vino tinto. No les saco fotos.
- Sé controvertido: Si tuviera que desconfiar de un extranjero, sería de un peruano, pero prefiero seguir haciéndolo de los argentinos.
- De vez en cuando escribe algo acerca de tu vida personal: Estoy que me cago, ahora vengo.
- Hazle preguntas a tus visitantes: ¿Pegaste faso?
- Comparte algunos secretos: Tengo un boxer a rayas negras y blancas. Podría ser top model en cualquier cárcel que se precie de tener algo de clase.

¿Habrá funcionado?
¿Me ayudarán Dios o Alá o, al menos, Superman?
¿Hay alguien ahí?

domingo, 26 de octubre de 2008

Himno Nacional Armenio

Lo más cerca que estuve de Armenia fue una vez que fui con mi novia a comer a un restaurante armenio de Montevideo, donde nos trataron muy bien.
Ahora volví a arrimarme a esa tierra. Fue gracias a Juampi (la promesa punk del periodismo patagónico) que me regaló su himno.
Lo comparto con ustedes.

Nuestra Patria Armenia

Tierra de nuestros padres, libre, independiente,
que ha aguantado de edad a edad.
Sus hijos e hijas ahora proclaman
Armenia, soberana y libre.

Hermano, toma esta bandera,
hecha con mis propias manos,
durante noches sin dormir,
y bañada en mis lágrimas.

Mira, ella tiene tres colores;
un simple símbolo santificado.
Puede centellear ante el enemigo,
¡puede Armenia florecer siempre!

Muerte es en todas partes lo mismo,
hombre nacido sólo una vez muere,
pero bendecido es quien da su vida,
para defender la libertad de su Nación.

La de arriba es la letra, la de abajo podría ser la música.

lunes, 20 de octubre de 2008

Contraseña

Una de las pocas cosas que sé qué significa en alemán es “schlachthof-fünf”.
“Schlachthof-fünf” quiere decir matadero cinco.
Si alguna vez llego a ir a Alemania voy a ensayar un “schlachthof-fünf”.
Lo voy a hacer hasta que encuentre a alguien que se asombre y que, con el ritmo de máquina pesada de su correcto alemán, me interrogue “¿Kurt Vonnegut?”.
Entonces asentiré y sabré que podemos ser amigos.

domingo, 19 de octubre de 2008

Día de la Madre

“Si existe el infierno, debe estar tapizado de hijos”.

“Esperando la carroza”, de Alejandro Doria.

sábado, 18 de octubre de 2008

Guarda que vengo!!!

Si alguno de ustedes tiene el teléfono de Mariano Martínez les agradecería que me lo pasen. Estoy tratando de contactarme con él para reflotar el personaje de Rey Sol Marquesi, que interpretaba en “Son amores”.
Me parece que hay que aprovechar la detención de su padre, Ricky Martínez, a quien se vincula con la venta de efedrina, para sacar una nueva versión de su efímero éxito Yo sé.
Le reescribí parte de la letra, espero que el chabón agarre viaje porque ya arreglé una gira por Sinaloa.

Yo sé, que soy, pesado, peligroso,
conozco un narco grosso, es mexicano

yo sé, que estoy hasta las manos
perdón Mariano, perdón Mariano
sin darme cuenta, quedé hasta las bolas
por ese puto, cartel de Sinaloa, de Sinaloa

Yo sé hacer negocios en Argentina, con la efedrina, con la efedrina,
¿sabés?, ganamos buena guita, dijeron Forza, Ferrón y Leo Bina

Me aflojó el corazón, ahora me llevan a prisión,
se ha acabado nuestra suerte, malditos cuates, ya cargamos con tres muertes.

Yo sé, que soy pesado, peligroso,
conozco un narco grosso,
me voy al foso, me voy al foso…

viernes, 17 de octubre de 2008

Frases para coleccionar

"Que Kirchner festeje el Día de la Lealtad es como si Schoklender festejara el Día de la Madre".

Hilda "Chiche" Duhalde en un acto organizado por el diputado Francisco "Tatoo" De Narváez.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Los monstruos también se emocionan

Hace algunas semanas estuvimos en Buenos Aires y fuimos a escuchar "Los cuentos del Conde Laisek". Después de que se bajó del escenario y se fue a buscar una cerveza, arreglé con el autor de "Los Soria" para hacerle una entrevista un par de días más tarde.
Tras un comienzo algo áspero, Laiseca se fue soltando y cuando hablamos de las envidias literarias, contó la historia de "La batalla", una olvidada novela de Claude Ferrerè (o como sea que vaya el acento).

Cámara: Alejandra Díaz. Edición: ausente porque todavía no aprendí a usar el Vegas.

lunes, 13 de octubre de 2008

¿Qué es ser argentino?

Es que después de las peores caídas registradas en buena parte de la historia de las bolsas de valores, el día en que se desata la euforia en los mercados, porque las más importantes cerraron en alza con niveles históricos, en la Argentina... ¡es feriado!

jueves, 9 de octubre de 2008

Separados al morir

Un cuervo.
Un murciélago.
28 años.
Ambos.
Actores.
Ambos.
Promesas.
Ambos.
Uno muere cuando faltan algunas escenas para terminar el film.
El otro cuando la película estaba en postproducción.
Brandon Lee.
Heath Ledger.
Las sonrisas de la muerte.

miércoles, 8 de octubre de 2008

La contadora de muertos

El otro día me enteré que mi novia era una contadora de muertos.
No es que cubra en la sección Deportes la actualidad de River o de Boca, tampoco que haya cambiado el periodismo por una pasantía en la morgue más cercana, ni siquiera es que se haya convertido en una asesina serial sin mi consentimiento.
En realidad, entre las múltiples cosas que tiene que hacer en la página web del diario en el que trabaja, le toca actualizar la lista de muertos en accidentes de tránsito.
Resultó que lo hacía desde hace bastante tiempo, de hecho, el contador de muertos en Río Negro y Neuquén ya marca 110 cadáveres (entre víctimas y victimarios), pero yo no lo sabía.
Me agarró una súbita alegría al enterarme. Orgulloso y emocionado, la abracé antes de que saliera para el trabajo como si en eso se me fuera la vida.
La sonrisa me duró un buen rato, aunque no estoy seguro a qué se debió esa repentina felicidad.
Tal vez a que sentí que de alguna manera, al ser la encargada de numerar la muerte, de esa forma podría llegar a controlarla. Podría ella apretar el freno (que otros no pisaron) cuando quisiera.
O al menos estaría en condiciones de mutar la tragedia en guarismo, el sufrimiento en estadística, podría someter el dolor a la frialdad del índice, transformar la sangre en tinta roja.
Ya pasaron varios días desde la revelación.
Mi novia sigue siendo la contadora de muertos, pero a mí ya no me alegra tanto.
Mientras ella sigue llevando la contabilidad de los finales repetidos, la vida (y la muerte) se desentienden de los números. La tragedia no sabe de las manipulaciones de la estadística, el sufrimiento se derrama y lastima como los barcos petroleros cuando sangran y el dolor se caga en los promedios y es un mundo.
111.

jueves, 2 de octubre de 2008

Nadie sabe nada



Acá hay una versión con la traducción de la letra. Este tema tampoco te lo podés perder. Con ustedes, el señor Leonard Cohen, espero que lo disfruten.

Apellidos apropiados

¿No es está bueno que el especialista de TN en temas policiales se llame Ricardo Canaletti?
Bueno, acá en Roca la encargada de prensa de la policía es de apellido Verdugo, bastante apropiado para la institución.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Al carajo

Me debo estar perdiendo algo por no seguir con detenimiento este quilombete de la crisis internacional, pero por lo que escucho, parece que nos vamos al carajo.

Epígrafe de “La cabeza perdida de Damasceno Monteiro”

Science-fiction

El marciano se encontró conmigo en la calle
y tuvo miedo de mi imposibilidad humana.
¿Cómo puede existir, pensó, para sí, un ser
que en el existir pone tamaña anulación de la existencia?


Carlos Drummond de Andrade en “La cabeza perdida de Damasceno Monteiro” de Antonio Tabucchi.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Chuck Norris conducción

Tengo que reconocer, si ya no lo he hecho, que no suelo leer poemas, pero de casualidad encontré uno muy interesante.
Se trata de un poema que recuerda al viejo y querido y odiado Chuck Norris. Ese tipo que yo iba a ver al cine Río Negro en Choele Choel. Cine de resortes salidos, de chicles volando, de putas, borrachos y gente con cara de prontuario. Cine en el que pedías pizza y por servilleta te daban un pedazo de cartón. Cine en el que nadie iba al baño, se meaba la parra del patio.
En ese cine vi, por ejemplo, "Invasión USA". Una de las tantas películas en las que Chuck hacía que te dieran ganas de ser norteamericano y tener una bazzoka para volar japorusosfilivietnachinos por los aires.
Ese Chuck volvió por un momento cuando en el blog de Juan Terranova (a quien debo agradecerle que haya linkeado la entrevista a Kalamicoy) encontré una parte del poema "A Chuck Norris yo lo seguiría hasta el fin del mundo" y el pasaje sin escalas para llegar a "El volquete".

Si McCain
no fuera un republicano blando
ablandado por la negritud de Obama
si McCain no necesitara tomarse un whisky
un puro scotch de macho de las salvajes praderas de Mississipi
antes de salir a cabecear flashes y a recordarnos lo mucho
que todos confiamos en Dios
a mí no me quedan dudas de que Chuck
sería su vicepresidente

Para leerlo completo, métanse a "El volquete".
Posteado algún día en Escafandra.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Perdiendo el habla

Hace unos días estuvimos en Buenos Aires y con mi novia fuimos a entrevistar al escritor Alberto Laiseca. Entre otras cosas muy interesantes, el Conde Laisek se mostró sumamente preocupado por la pérdida de calidad en el habla, por la desvalorización de la palabra, una situación cada vez más común a las nuevas generaciones.
"Hay chicos que no leyeron un libro en su vida, pero eso no es lo peor, lo más grave es que se enorgullecen de ello", lamentó Laiseca.
Con un humor que seguramente el Conde celebrará, también se muestran preocupados por esta situación Diego Capusotto y Pedro Saborido.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Salieron de la pantalla

De vacaciones en Buenos Aires, caminaba por Belgrano a la hora de la siesta cuando me crucé con Dady Brieva andando en bicicleta. Es misma noche, a la salida del recital de María Rita caminaba por el lugar el “mañanas informales” Osvaldo Bazán. Pero lo que más me sorprendió fue ver al “Bambino” Veira… en la librería “El Ateneo” de Santa Fe al 1800.
Parecía un cónclave de viejos putañeros en el lugar equivocado. Frente a mí mesa estaban el “Bambino” mirando a ver si lo miraban, un petiso que en sus años mozos debía haber sido puntero derecho, uno más que tenía pinta de cinco rudo y otro que daba bien en una reunión de AA, en el encuentro anual de la Asociación del Rifle o como colectivero del 152… debe haber sido uno de esos volantes de marca que hacen el trabajo de los otros y nadie recuerda.

sábado, 13 de septiembre de 2008

En los medios

No quiero parecer mi propio agente de prensa (para eso está Ale, mi novia), pero me hicieron algunas preguntas para un blog del diario Río Negro (“en la Patagonia desde 1912").
Claudio Andrade nos entrevistó para Mediomundo, digo “nos”, porque el otro en cuestión es Andrés Stefani.
A algunos de los que leen El Conjuro se las envié por mail, acá va para el resto.
Más que alegrarme por la difusión de uno de mis blogs, tengo que agradecerle a Claudio Andrade por incluirme en la “New generation”, cuando los que me conocen saben que vengo algo cascoteado.
Ya que estamos, les paso el video que hizo mi amigo Emilio Risoli durante la venta de remeras en Avenida Diseño, evento organizado por NOLOGO!

jueves, 11 de septiembre de 2008

Delfín hasta el fin

Lo encontré por un comentario en eblog. Dicen que es viejo, yo no lo había visto, pero ahora no pudo parar. Impresionante este homenaje de Delfin Quishpe a las víctimas de las Torres Gemelas.
Ojalá que Soria lo traiga para la Fiesta de la Manzana.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Ideas del Sur

Peach dice que esta semana no está, pero antes de irse dejó una idea que si te la agarra un productor pulenta se llena de guita y le ahorra la producción a los programas de radio y TV más pedorros.
Qué me vienen con Gran Hermano, Expedición Robinson, la Biósfera II y el peronismo. Este es el reality que el pueblo televidente necesita. A "Maquinbronx" no hay con qué darle.

martes, 9 de septiembre de 2008

Adolescencia

A los diecisiete años el exceso es una virtud.

"Memorias de Adriano", Marguerite Yourcenar, pág. 253.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Desde mi ventana

Desde mi ventana
se ve ve el canalito
el paseo lindo de los pobres y los descalzos
el frente de la clase media y media-alta
la cinta gris de los foo(uck)ting caminantes

Desde mi ventana
se ven los autos setentistas
más lustrados de este siglo
se ven y se escuchan, se oyen sus poderosos equipos
se bajan frente a mi ventana
dos y dos, se sientan en el césped (que no es césped)
abren la cerveza con el encendedor
y le dan al pico con el regetón al tope

Yo los escucho sin querer escuchar
entonces me voy de las páginas de Villoro
y me invento mi propio regetón
“perrea la nena, perrea y se menea
yo la filmo y le digo ‘no tienes que tapalte,
aprovecha y muéstrame tus paltes’
ella ríe y bate el chocolate
yo sudo mi tiyirt y es mi pecho el que late
hace bling bling
hace que me exalte
no dejo de filmar y le entro con el guante
hace que se enoja, pero empieza a tocalme
‘no mames, cabrón con el rec a otra palte’
aunque diga ‘stop’, su mirada gime ‘dale’
vuelvo a poner play y la empiezo a gozal
ella es mi diabla, yo soy su ángel del mal”.

Pobres como los nuestros no hay

"Hoy los argentinos tienen el mejor salario mínimo y medio de toda Latinoamérica", aseguró la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la inauguración de una planta de calzado en Arroyo Seco.
A mí me dijo algo parecido un taxista de Roca una fría noche de invierno: “Los pobres argentinos son los que mejor comen en todo el mundo”.

¡Viva la patria, carajo! Así da gusto cobrar el salario mínimo y estar debajo de la línea de la pobreza.

Epígrafe de “Los veteranos del pánico”

Si te cruzás con Buda, mata a Buda.
Si te cruzás con un discípulo de Buda,
matá al discípulo de Buda.
Si te cruzás con tu padre,
matá a tu padre.
Si te cruzás con tu madre,
matá a tu madre.
Sólo así te liberarás de los apegos
y serás libre.


Proverbio Chino

“Los veteranos del pánico”, de Fabián Casas, publicado por Eloisa Cartonera.

jueves, 4 de septiembre de 2008

¡Aguante Efedrina!


Antes del "Triple crimen mafioso" y Forza con sus droguerías fantasmas, antes de los narcos de Sinaola y el récord de importación de Efedrina, muchos antes de todo eso, en un homenaje al doping de Maradona en el '94 fundamos "Efedrina", el equipo más importante de la Patagonia en el fútbol universitario.
Hoy que la Efedrina vuelve a estar de moda, sus ex jugadores reclamamos que no demonicen una pasión aquellos que, buscando un par de lectores más, titulan "Maldita Efedrina".
Destruida por el paso del tiempo, desteñida, sigo guardando la remera que pintamos con el Villa el mismo día que hicimos aquella bandera que decía "Efedrina, si me muero que sea de sobredosis", la misma que vistieron con honor muchos de mis amigos.

viernes, 29 de agosto de 2008

Alguien va a escuchar tu remera


Me cansé de tener que dar vuelta una tienda completa para encontrar una remera que me guste. Por eso decidí hacerlas yo mismo y ya las tengo a la venta. El domingo y el lunes las presento en Avenida Diseño. Y es más, la responsable del desfile me pidió algunas para que los modelos las luzcan en la gran pasarela que saldrá del gran monumento a la Manzana.
Antes de que se agoten, pedí la tuya al 02941-15646439 o a mfavole@yahoo.com, quién sabe tal vez hasta empiece a enviar a otros puntos del país.
El periodismo ya fue, ¡viva la moda!
(Habrá más noticias sobre esta pyme)

La invisivilidad según Casas

"Hace un tiempo atrás se me rompió un zapato. Me vi en problemas porque no recordaba una zapatería cerca de casa para poder arreglarlo. Sin embargo, salí a la calle y a las dos cuadras encontré una. Era un local viejo iluminado por una luz muy cálida. Había olor a cuero y una estufa daba un calor acogedor. Parecía una zapatería sacada de los cuentos infantiles. Detrás del mostrador, un hombre mayor trabajaba con un martillo y unos clavos. Tenía unos anteojos de esos que se usan para ver de cerca. Intercambiamos frases de cortesía y le pregunté si era nuevo en la zona, ya que yo –que había pasado infinidad de veces por ahí- no lo conocía. El hombre se sonrío y me dijo que hacía 20 años que estaba en el barrio. Que había visto crecer a varios de los chicos que antes jugaban en la vereda. Le dejé mis zapatos para que los arreglara, lo cual hizo de manera notable. Saqué una conclusión: hasta que no lo necesité, el zapatero había sido invisible. Saqué otra conclusión: todos los que hacen bien su trabajo son invisibles. De manera que, en una cultura que propicia la sobreexposición mediática, la invisibilidad es un don. Me di cuenta que también algo de ese espíritu estaba en los escritores que me gustan, esos que no salen a buscarte desde los desmesurados aparatos editoriales sino que se los encuentra irremediablemente cuando son necesarios".

Part del texto leído por Fabián Casas hace algo más de un año al recibir el premio "Anna Seghers" en Alemania.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Frases para coleccionar

“Mi experiencia como jugador de fútbol nunca fue del todo comprendida ni por los espectadores ni por mis compañeros de equipo. A mí siempre me pareció más interesante marcar un autogol que un gol. Un gol, salvo si uno se llama Pelé, es algo eminentemente vulgar y muy descortés con el arquero contrario, a quien no conoces y que no te ha hecho nada, mientras que un autogol es un gesto de independencia”, dijo alguna vez el escritor Roberto Bolaño.

martes, 26 de agosto de 2008

Verdades no comprobadas

Por si llega a fallar lo de Jorge Lanata en el rol de capocómico en el teatro de revista, el productor del Maipo ya tiene un pre-contrato con el ex intendente de Córdoba, Luis Juez.

lunes, 25 de agosto de 2008

Verdades no comprobadas

Salvo en raros casos, un periodista jamás le dice a un colega que el trabajo que hizo está bueno. Aunque lo piense, una mezcla de envidia, temor a la pérdida del espacio propio y chatura mental lo inhabilitan para ese gesto.
En cambio, amistad o no de por medio, los “artistas” se caracterizan por destacar “la obra” de sus pares con elogios que ascienden al mismo ritmo que las burbujas del champagne. Claro que más tarde, a espaldas del lisonjeado, dicen que en realidad es una verdadera cagada.

domingo, 24 de agosto de 2008

Resaca de los JJOO

- La marcha atlética sólo debería practicarse en la marcha del orgullo gay, eso no es un deporte.
- La única razón por la que el beach-voley es considerado un deporte olímpico es para ver a dos chicas en bikini y transpiradas abrazarse sobre la arena.
- Aunque me pese, porque es una de mis pruebas preferidas, el salto en alto debería ser prohibido… es absolutamente anormal que -sin más impulso que sus piernas y el doping- alguien salte una altura mayor a la suya.

viernes, 22 de agosto de 2008

La evolución de Tinelli

Logró que todas las noches sean “la noche más caliente” con la simple e imposible capacidad para convertir cualquier baile en un motivo para ponerse en pelotas y frotarse en una boluda o en un mogofilántropo.
¿Para cuándo una chacarera en la que Karina Jelinek termine en cuero cubriéndose la cacerola con una tapa de empanada o la Tota Santillán con las boleadoras al aire?

jueves, 21 de agosto de 2008

¡Feliz Cumplepost a mí!

Este blog se caga en los números redondos, por eso festeja su post número 111.
¡Sidra caliente en envase de plástico para todos, invito yo!

martes, 19 de agosto de 2008

Verdades no comprobadas

Si tenés sobradas muestras de que sos un inútil, pero tenés buena memoria, estás absolutamente preparado para sumarte al mágico mundo del Periodismo Deportivo (que, aceptémoslo incluso quienes lo hemos practicado, es casi un oxímorom).

sábado, 16 de agosto de 2008

“Mi personaje favorito es Evita”

¿Será Zaira Nara un nuevo modelo de las "descamisadas" del peronismo?
De lo que no tengo dudas es de que al Pocho le hubiera encantado tenerla en las filas de la UES.

jueves, 14 de agosto de 2008

Extracto de "Chamamé" de Leonardo Oyola

Mi primo el Sapo nos había enseñado que todos los puesteros eran tramposos. Que tenían arreglados sus juegos para que vos nunca ganaras.
«La mira en los rifles es una fija que están desviadas. Hacé el primer tiro y fijate para dónde se te corrió el balín. A qué le diste. De ahí, sacá la cuenta.»
Si acertabas los tres tiros, te ganabas un radiograbador. Con dos un Mazinger Z de plástico o una muñeca con pelo de verdad y vestidito de época. Acertando uno te daban un reloj de juguete que yo ya tenía porque me había salido en un Topolino.
Le hice caso al Sapo y después de mi primer disparo me avivé que la mira tiraba hacia la derecha. Solo tuve que apuntar un poquito más desviado hacia el otro lado. Y así acerté los dos tiros que me quedaban.
—Tenés culo, pendejo, ¿eh? —celebró mi puntería el dueño del puesto. El cigarrillo que aparentemente tenía pegado en los labios se le había caído al suelo.
Le di el Mazinger a Facundo para que lo llevara él. Yo no quería que me vieran con el muñeco en la mano, pero en casa ¡cómo iba a jugar! ¿Saben quién era Koji Kabuto? ¡Yo! Obvio.
Ya nos podíamos ir.
Hubiéramos ganado mucho si ahí nos volvíamos a casa.
Pero yo quería subirme a la vuelta al mundo. Y el Facu también.
Me encantaba. Nos encantaba.
Estar ahí arriba y ver las luces de las casas, las filas de luces de mercurio y las luces altas y de posición de los autos que iban circulando.
Facundo miraba para arriba, a las estrellas y a la luna.
Esa noche los dos buscamos mirar donde lo hacíamos siempre y cada uno encontró algo diferente.
En la cola para dar la vuelta en el juego, delante de nosotros , estaban dos de las hermanas Agüero. Me gustaban las tres, pero yo estaba enamorado de Mariela. Y la pendeja lo sabía. Y las hermanas también. Y todo mi grado, todo quinto. Todo el colegio. Facundo, mi primo el Sapo y los otros hijos del tío Martín. Hasta el tío Martín y la tía Pocha.
El único que no se había enterado era mi papá.
Mariela y Patricia quedaron en el asiento anterior al nuestro. Yo no dejaba de mirarla a ella. Así, todas las vueltas. Cuando paraban la rueda para bajar a los que ya habían cumplido su recorrido, nos quedábamos ahí suspendidos. Y Mariela me miraba de reojo por encima del hombro y sonreía. Yo también le sonreía. En uno de esos stops, nos tocó quedarnos en lo más alto. Yo me tenté un poco con la enorme luna anaranjada de ese verano. Con la luna moneda. Y después me volví a concentrar en ella. Mariela era más linda que una luna llena.
Entonces se nos vinieron las sorpresas.
La dulce y la amarga.
Mariela se dio vuelta y apoyando los brazos sobre el respaldo, y su pera sobre sus manos, cerrando los ojos me mandó un beso.
No me dio tiempo a reaccionar al flor de eructo que se tiró un vago detrás de nosotros. Lo escuchó toda la rueda. Y Facundo se cagó tanto de la risa…
—¡Eh! ¡Vo'! ¡Putito! ¿De qué te reís? —nos bardeó ese conchudo. Y digo nos bardeó, porque si se metía con Facu se estaba metiendo conmigo. Lo miré de costado y entré en la volteada—. ¿Y vos qué mirás? ¿También sos puto?
No le dije nada. Con mi hermano los dos mirábamos para abajo. Para adelante. Y Mariela y Patricia nos miraban a nosotros, preocupadas.
Lo vi un segundo. Era un año, dos como mucho, mayor que yo. Ese y el otro. Que también se prendió en el verdugueo.
—¡Mirá! ¡Juegan con muñequitos los dos putitos!
Noté que Facu se estaba por poner a llorar. Le pedí que no lo hiciera y agarré yo el Mazinger.
Cuando pararon la rueda para que se bajaran Mariela y la hermana, los escuché y supe lo que eran antes de sentirlos en la espalda, el cuello y el pelo. Supe lo que eran antes de verlos en mi hermano y en el Mazinger.
Flor de gargajos nos estaban escupiendo.
La rueda dio una vuelta completa con esos dos hijos de puta escupiéndonos.
—No llorés, Facu. Aguantá. No llorés.
Cuando nos bajamos, lo abracé y lo obligué a apurar el paso hasta la calle para salir de la feria. Ahí, en la oscuridad de la vereda de Atenas , mi hermano moqueó por los dos la rabia y el dolor de cómo nos habían humillado.
Yo lo abracé y lo tranquilice. Le limpié los pollos que tenía en la ropa y en el cuerpo. Con mi mano le sequé la saliva de esos guanacos y la concha de su madre. Y le pedí que no le contara nada a papá. Que si no no nos iba a dejar salir más. Y que capaz que si se enteraba salía para armar bardo. Pero que antes seguro nos cagaba a frentokis.
Facundo me dijo que sí con la cabeza pero no abría la jeta para nada. Si lo intentaba se le escapaban unos sollozos que a mí me iban a terminar haciendo largar los mocos también.
No sé cuánto estuvimos. Fue un buen rato. Volvimos con el partido ya terminado. En el tocadiscos sonaba el Swing del buen humor, la cábala del viejo cada vez que se preparaba para ir al Jesse James.
Nos escuchó entrar. Él estaba en el baño terminándose de afeitar.
—¡Pendejos atrevidos! ¡Antes de las once me dijeron que volvían! ¡Que conste que no los cago a palos porque le hicimos el orto a las gallinas! Ahora van a manducar solos la zapi por más que esté fría, ¿eh?
Nos fuimos para la pieza. Nos encerramos. Papá no era boludo. Sabía que algo nos pasaba.
—¿Qué? ¿No van a cenar? ¿No quieren ver la película de terror en Trasnoche Aurora Grundig?
—Queremos escuchar música. ¿Nos dejás poner el disco de la Credence?
Me miró todavía desconfiando.
Pero al loco lo cebaba que tuviéramos los mismos gustos.
—Dale. Poné «Molina».
Encaré para el tocadiscos. Ahí me deschavé.
—Manuel, ¿quién te escupió en la espalda?
—Nadie —contesté con el sobre de Péndulo en la mano.
Menos Fogerty, el resto de los músicos usaba la barba y el pelo largo.
—¡Cómo que nadie! ¡Tenés un flor de pollo verde en la espalda!
Se puso loco.
Pero sabía moverse.
Yo, además del apellido, heredé su andar.
Papá sabía que yo no iba a aflojar. Que no le iba a largar prenda.
—Contame todo, Facu.
—Pa —quise evitar que mi hermano hablara.
Y mi papá ahí me hizo picar en la nuca un ‘tate quieto.
Facundo le contó todo.
Y se volvió a llorar todo.
Papá lo dejó.
Le hizo que se lavara bien la cara para que no se notara que había estado llorando y le pidió que se trajera el Mazinger. A mí me agarró de un brazo y me hizo salir con ellos.
—Son aquellos dos —les señaló Facu.
—¿Los que están comiendo algodón de azúcar? —preguntó mi viejo arrugando la frente. Facundo le dijo que sí.
«Negros de mieerrrda», pronunció papá entre dientes y me empujó para ese lado.
Los pibes cuando nos vieron llegar con mi viejo se pusieron tan blancos como lo que estaban morfando.
—¿Ustedes son los que escupieron a mis hijos?
—¿Qué? —dijo el que había eructado haciendo montoncito con los dedos.
—Mirá, pendejo, a mí no me hacés ese gesto. Y si mi hijo, Facundo, dice que ustedes los escupieron es porque fue así. ¿O vos me vas a convencer a mí de que mi hijo me miente?
Se quedaron mudos. La gente se empezó a acercar. A rodearnos.
Por los parlantes un órgano inconfundible arrancaba con el Jump de Van Halen.
—Escúchenme bien. Esto lo tenemos que arreglar. Y tiene que terminar acá. Yo no crío putitos —dijo y me miró—. Yo no tengo hijos que se coman los mocos. Así que si ustedes tienen algún problema, lo solucionamos ahora. Él es chiquito, tiene ocho. Pero el otro cumplió once. Ya se la aguanta. Se van a boxear con él. Así me lo estropeen, yo no me voy a meter. Un round cada uno.
Se miraron entre ellos y se rieron de los nervios. El que había eructado después me miró a mí y se rió de mí.
Doña Nico, una vecina, se cubrió la boca con las manos.
—Ovejero, no le haga eso a su nene.
Mi viejo no le dio bola. Cuando se enfurecía no escuchaba a nadie.
—¿Qué me decís, Látigo? ¿Sabés dar ñoquis o solo te dedicás a los gallos?
—Don, si yo le pongo una mano a su hijo usted se va a meter…
—Para nada. Soy un Ovejero. Mi apellido, nene, se tiene que respetar. Yo te doy mi palabra. Lo único que quiero es que mi hijo se haga respetar. Que haga respetar el apellido. ¿Se la bancan?
Volvieron a mirarse entre ellos. Alzaron los hombros, coordinados, como diciendo y bueno. Pan comido.
Dio un paso adelante el del eructo.
David Lee Roth me alentó:
Might as well jump. Jump!
Go ahead, jump!
Y mi papá al oído solo me dijo:
—Manuel, ese sorete es el que escupió a tu hermanito. ¿Qué vas a hacer?
Me prendí fuego.
Salí al encuentro del sorete que escupió a mi hermanito dando un salto.
Lo sorprendí.
Caí agarrándolo de los hombros y dándole flor de cabezazo.
Como papá me había enseñado: la frente. La parte mas dura del cuerpo.
Después empecé a cagarlo a trompadas gritando y llorando enfurecido.
Mis gritos eran aflautados. Propio de la voz de un nene de esa edad.
¿Pero quién iba a decir que gritaba como una mina? ¿Quién me iba a decir que gritaba como un puto después de la flor de paliza que le estaba dando a ese guanaco?
Mi papá me atenazó de los hombros para separarnos.
Yo quería seguir dándole masa, así que al viejo le costó despegarnos. Me levantó y me tiró hacia atrás. Me trabó en los talones y me caí de culo.
—Segundo round —le dijo al otro, mientras yo me paraba.
—Don… Fue él… el que escupió a sus hijos, yo no hice nada.
Mi viejo sonrió satisfecho.
Agarró el Mazinger y se lo dio.
—Tuyo. Con esto juegan los putitos —le dijo clavándole el muñeco en el pecho. Después alzó a mi hermano en brazos y me hizo seña para que lo siguiera.
La gente se abrió para dejarnos pasar. Van Halen resumía todo con su:
Well can't you see me standing here,
I've got my back against the record machine
I ain't the worst that you've seen
Oh can't you see what I mean?
Y lo que más me hinchó las pelotas de todo esto fue que Mariela ya nunca más me miró como lo había hecho en la vuelta al mundo.
Y mucho menos me volvió a tirar un besito.
En casa, papá acostó a Facundo. Prendió la tele en Canal 7. Trasnoche Aurora Grundig iba a dar La maldición de Frankenstein con Peter Cushing y Christopher Lee. Puso en un plato dos porciones de pizza fría y sirvió un vaso de cerveza. La botella la dejó en la mesa.
Alzó la mano y yo cerré los ojos esperando un frentoki o un ‘tate quieto.
Y entonces papá me acarició la cabeza, despeinándome.
Después se fue a bailar.

Oyola ganó hace algunas semanas el Premio "Dashiell Hammett" en la Semana Negra de Gijón.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Palermo según Juan Villoro

Por virtud (Riquelme), es el último de los sedentarios. Palermo lo es por déficit. Fallar dos penales en un juego es mala suerte. Fallar dos penales, pedir la pelota para tirar un tercero y volver a errar es literatura. Fue lo que el trágico Martín logró en la Copa América ante Colombia. Su altura depende de reconvertir tanta torpeza en motivos para ganar.

sábado, 9 de agosto de 2008

El "Miedo" según Raymond Carver

Miedo de ver una patrulla policial detenerse frente a la casa.
Miedo de quedarme dormido durante la noche.
Miedo de no poder dormir.
Miedo de que el pasado regrese.
Miedo de que el presente tome vuelo.
Miedo del teléfono que suena en el silencio de la noche muerta.
Miedo a las tormentas eléctricas.
Miedo de la mujer de servicio que tiene una cicatriz en la mejilla.
Miedo a los perros aunque me digan que no muerden.
¡Miedo a la ansiedad!
Miedo a tener que identificar el cuerpo de un amigo muerto.
Miedo de quedarme sin dinero.
Miedo de tener mucho, aunque sea difícil de creer.
Miedo a los perfiles psicológicos.
Miedo a llegar tarde y de llegar antes que cualquiera.
Miedo a ver la escritura de mis hijos en la cubierta de un sobre.
Miedo a verlos morir antes que yo, y sentirme culpable.
Miedo a tener que vivir con mi madre durante su vejez, y la mía.
Miedo a la confusión.
Miedo a que este día termine con una nota triste.
Miedo a despertarme y ver que te has ido.
Miedo a no amar y miedo a no amar demasiado.
Miedo a que lo que ame sea letal para aquellos que amo.
Miedo a la muerte.
Miedo a vivir demasiado tiempo.
Miedo a la muerte.
Ya dije eso.

martes, 5 de agosto de 2008

Epígrafe de "Los detectives salvajes"


- ¿Quiere usted la salvación de México? ¿Quiere que Cristo sea nuestro rey?
- No.

Malcolm Lowry en "Los detectives salvajes", de Roberto Bolaño.

Aprovechando que uno de los personajes de este gran libro se llama Pancho Rodríguez, aunque no hemos compartido empanadas y vino, el post va dedicado al Pancho salteño, a Opádromo, a Rodrigo España y a Alejandro Kozarts cuantos sean que ellos sean en este blog.

lunes, 4 de agosto de 2008

Poesía tumbera, entre pibes chorros y damas gratis

"Empecé a escribir pasados los veinte cuando se me hizo imposible seguir leyendo sin incurrir en algún tipo de plagio mal disimulado. El por qué de esa necesidad me resulta un misterio. A lo mejor necesitamos purgarnos de tanta letra digerida para seguir leyendo, hacer un poco de lugar. Luego, lo que uno produce resulta ser apenas la execrencia de todas sus lecturas previas". Oscar Fariña nació en 1980 en Asunción. Un año y medio después vivía en Buenos Aires. Varias años más tarde publicó sus poemas en "Pintó el arrebato", que, leí por ahí, se parece a un titular de Crónica TV con la música de fondo al mango
Conocí sus poemas gracias a un post del chimango, porque antes de ser libro "Pintó el arrebato" fue (y sigue siendo) un blog en el que se cruzan poesías sobre drogas, cumbia, cárceles, robos, sexo, alcohol, fútbol, el barrio, violencia. "Soy empleado de una cadena de librerías. Mi trabajo no tiene, ni remotamente, nada que ver con la literatura", dice Oscar Fariña entrevistado por Escafandra.

¿Cómo nació la idea del blog?
El blog es la continuación de un proyecto que empezó como fotolog, luego de ser desactivado por los moderadores del sitio atendiendo a sus buenas conciencias. La gente de fotolog pretende un oasis higiénico on-line para que sus crías puedan retozar tranquilas. Son varios los que se encierran bajo siete llaves en countries con la misma intención. Todo empezó con el nombre, en alguna trasnochada: se me ocurrió que debía escribir un poemario que tuviera por título Pintó el arrebato y no encontré mejor alternativa al marco banal de fotolog para desarrollarlo. En ese momento estaba súper embolado de lo que venía escribiendo, en una línea más bien barroca. Me registré y santo remedio.

¿Cuál ha sido la respuesta de los lectores?
Muy buena. Desde los primeros tiempos del fotolog a esta parte se interesó mucha gente y pude trascender el círculo de amigos como exclusivo público lector. Edité una plaquetita que tuvo una pequeñísima repercusión mediática y sigo a la espera de que Planeta revea sus políticas editoriales y me haga millonario.En el primer Pintó... se armaba rosca, me corrían por ambos flancos: algunos me sentenciaban a muerte por negro, otros por gato bigotón. En fotolog se comenta mucho más que en los blogs y uno, así como hacen otros con el poder o la riqueza, se dedica a acumularlas "firmas". De este modo los adolescentes nos generamos un sucedáneo de confianza y amor propio. Ahora, en el blog, casi ni dejan comentarios.

¿Cómo encontrás el tono para escribir?
Al tono se lo encuentra escribiendo. Antes, o simultáneamente, hay que leer y escuchar (que es lo mismo); pero creo fervientemente en la incidencia del tiempo y que el estilo proviene de la mera acumulación.

Drogas, bailantas, cárceles, fútbol, robos, violencia, sexo, alcohol, el barrio ¿qué más se viene?
No mucho más, pasaron casi dos años desde que empecé con esto y ya es hora de pasar a otra cosa. La idea era jugar con una voz, un espacio, un cuerpo estereotipado para decir algo interesante, que me excediera. Pero todo estereotipo es perecedero y lo que parta de él, también.

¿Ese es tu ámbito o sos una especie de antropólogo de ese mundo?
¿Otro Gastón Pauls con los ojitos hush-puppies frente a la desgracia del pobre? Por favor, no. No hay dos mundos, estamos todos involucrados en el mismo y somos víctimas y cómplices. Yo sólo le dediqué especial atención a uno de los tantos registros que me atraviesan en tanto sujeto social para hacer poesía. Y no creo necesario declarar ningún prontuario para legitimarla. Debo decir, de todos modos, si a alguien le sirve de consuelo, que no poco de lo que escribo proviene de mi propia biografía. O está recogido de primera mano. Pero insisto: Pintó el arrebato no pertenece al género crónica, pertenece al género poesía.

¿Qué importancia tiene para vos el lector a la hora de escribir?
Escribo para un lector hipotético que soy yo (¡a cuántos estaré parafraseando con esta frase!). En ese juego de espejos enfrentados, de micrófono apuntado al parlante, me aturdo y así sale lo que sale. Frase para la posteridad: mi estilo es el acople (a través de varios niveles) entre las dos partes de un sujeto disociado ¿Y el otro? me cago en el otro.Todas estas cosas las consigno para luego avergonzarme.

¿Estás más cerca de ser un Cucurto hardcore como leí por ahí o un Bukowski tumbero?
Odiosas, las comparaciones. Pero si de darle al violín se trata, debo decir que de Bukowski no leí nada, ni me interesa, y por lo tanto mal sabré yo qué entidad designa el mashup con "tumbero". Por su parte, con Cucurto no creo que haya una diferencia de grado (yo no soy más nada que él), sino de espacios: el curte imaginariamente Constitución y yo la provincia. Esta distinción capital/provincia se refleja en los tonos respectivos.

Han o has definido lo tuyo como "jaikus tumberos".
En algún momento me dediqué a componer haikus en el registro de Pintó...respetando sólo la métrica de la forma. Fue un período corto, no muy productivo.Algún ejemplo de sus resultados podría ser este:
ahí va la romi:
mirá que flor de zanja
y yo sin botas

¿De qué escritores te sentís cercano?
Participaron involuntariamente de la composición de Pintó... Juan Desiderio, Washington Cucurto, Leónidas Lamborghini, Vicente Luy, Pablo Lescano, Martín Gambarotta, Alejandro López, Daniel Durand y otros tantos.(Me sé un montón más de escritores, pero tampoco viene al caso andar pregonando.)
¿Cómo te fue con el libro?
Estoy contento porque lo leyó mucha gente. Estoy contento porque lo diseñamos, diagramamos, editamos, ensamblamos y distribuimos mi novia y yo solitos.

¿Estás laburando en algún otro libro?
Les tengo que dar una forma definitiva a los poemas anteriores a este conjunto que ya se cierra. Estoy comenzando con otra serie cuyo título provisorio es Un ballet de policías en el agua. Querría escribir prosa pero no me sale. Alguna vez me dijeron que pasar de la poesía a la narrativa era como descender del billar al pool: te salen todas. Manzana. De todos modos, espero algún día agarrarle la mano.

Contame algo del Salfina (personaje de sus poemas).
El Salfina es una hipérbole de mi primo Bombi, a quién una vez en el barrio le dieron entre ocho, con puntazos incluidos, pero no pudieron dejarlo tirado en el suelo. Volvió a la casa bastante estropeado, pero caminando las dos cuadras por sus propios medios. Me jura que a dos alcanzó a embocar.

Entrevista realizada tiempo atrás en Escafandra al señor que en los billetes de $10 pone a Pablo Lezcano.

viernes, 1 de agosto de 2008

Frases para coleccionar

"He gastado mucho dinero en mujeres, coches rápidos y fiestas; el resto simplemente lo he malgastado", George Best, gran jugador de fútbol.
(Más)

jueves, 31 de julio de 2008

Gato... pintó el arrebato

Como estuvo unos meses sin cargarlo, ya no entraba a su blog, pero Salfina volvió y eso está muy bien.
Mortal Kombat el poema en el que Pablo Lezcano salva a unos pibes de la yuta pegándole al rati con el pianito.
Poesía tumbera... y de la buena.